18 jun 2008

A la vuelta de mi casa hay un recado para tí...

Estaba soleado, sus ojitos se cerraban involuntariamente.
La reacción no se demoró mucho en aparecer.

Como en cámara lenta la mano subía para cubrir la frente
y de algún modo provocar esa urgente necesidad de
sombra.

Dió un respiro y siguió imperturbable, e
staba a unas pocas cuadras

de llegar a su hogar mas decidió quedarse ahí, detenida,
mirando un pequeño jardincito.
y asi pasaban los días en sus inevitables caminatas detenía sus pasos
en ese inevitable manojo de flores.
Sus visitas se hicieron tan frecuentes que podía notar cada cambio existente.
Aquel pequeño lugar le sucitaba un grado de alegría y vigor
para continuar en ese opaco mundo del día a día.

En una ocasión en que su mirada estaba perdida

mirando nubes,
el color del cielo
y cuestionando el porque del sol
vió algo muy cerca de su rostro, era una elegante mariposa
que moviendo sus alitas en un baile magistral posaba su liviano cuerpecito
tratando de su hambre saciar.
Todo en ella era perfecta, su vuelo, sus alas, su actitud, porque las mariposas
tambien tiene actitud se decía sonriente, mientras le miraba

con insolita fascinación, expectante, tratando de saciar esa sed de compañia
sin tomar en cuenta lo descolorida de sus alitas.

Fue en una de las primeras caminatas cuando descubrió el grado de belleza

que habitaba en ese pequeño rincón.
Uno de esos días en que el sol ya había perturbado excesivamente sus ideas
Tomó una decisión

dejar un mensaje a quien más amaba en el mundo
ese desconocido personaje que sabía que en algún momento de la vida
tendría que aparecer, sin anuncios rimbombantes, tan solo una mirada
bastaría para saber que era él, a quien tanto habia esperado.
Extasiada con la idea del mensaje a aquel desconocido amor sonrió a todos

con la mayor de las felicidades, con una de esas sonrisa casi recortada de revista.

Enterrado en el jardincito existe aún el mensaje que algun día se habrá
de desenterrar por ese alguien que podrá valorar la pequeñez mas grandiosa
enterrada solo para él hace tantos días atrás.

9 jun 2008

Sin nada pero con lo e-l-e-m-e-n-t-a-l

Luz roja los detuvo, caminaban sin perseguir un sueño,
Solo disfrutaban de la compañía que podían ofrecerse,
Del movimiento de la mano sobre la espalda, solo eso.

Algunos que a lo lejos le miraban como testigos de lo imposible
Ardían en celos, en sus ojos se apreciaba la envidia derramada.
Todos los testigos se transformaron en jueces,
Jueces de aquel desconocido sentimiento,
Ellos tomando esa típica forma de mando y poder
propusieron y finiquitaron aquello que creían innecesario,
definieron el transcurso de los hechos,
con un guiño lo consumieron todo, pero cuando digo todo es todo,
No dejaron ni una gota de esperanza, se llevaron hasta el animo,
Succionaron, se alimentaron, devoraron

sueños,

almas
y emociones
dejandolos vacíos,
secos
faltos de todo,
pero ellos aun seguían así,
abrazados caminando calle tras calle,
en realidades no transitadas,
Sin nada, absolutamente nada,
les habían robardo todo cuanto pudieron,
Lo único que nunca lograron arrebatarles
eran los eternos abrazos mientras caminaban
y una luz roja los detenía de vez en cuando.
16-05-2008