Grita, convulsiona en esa fría noche de futuro
Revuélcate en el mismo lodo que una vez sumergió
Hasta lo más profundo de tu inaudible voz
Porque ya se trazo la forma ¿lo sabias?
se bosquejo el miedo en tu mirada
y un haz de luz atrapó tu rostro en un retrato sordo
El secuestro no es penado en mi país
la mentira sí y el odio tambien
cinco años y un día por no dejar de odiarte
No intentes pensar (no intento pensar)
detente ante el filo de esa navaja que amenaza con el fin,
detente o quizás nunca jamás consigas retroceder
Porque el odio aumenta gota a gota, se acumula
Y por cada gota que me inunda hay otra que me escurre
Mas ninguna produce placer muchísimo menos el equilibrio.
Ese doble caudal dañino y mortífero
Envenena mi sangre y la vuelve más impura de lo que es
¿Quién dijo que el llanto calma? ¿Quién dijo? para golpearlo
Porque mirar a pleno sol o en la penumbra no hace la diferencia
Los ciegos no ven en ninguna de las opciones
Sin embargo son ellos los que menos tropiezan por la vida.
¿Existe alguna paradoja más absurda?
Contrarresto mi odio hacia a ti
Con una miserable y falsa sonrisa
que no intenta convencerte de su pseudoverdad
Tan solo espera el término de la condena
Que pondrá fin a tus sobrecogidas apariciones
La probabilidad de caer ya no sube de cero
Una metamorfosis del piso elevó mis pies.
¿Alitas o zapatitos voladores?
10 jul 2008
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