Decidió abandonarse, prefirió adormecerse, tal como anestesia directa al corazón.
Deambulo como murciélagos por las noches frías y trémulas
Camino sin cuerpo, sin alma y sin corazón.
Nadie le oía, nadie le sentía, mucho menos le visualizaban. Recorrió cuanta avenida hubo por su paso, recorrió esperando sentír
primero el frío,
luego el miedo,
después la soledad.
Camino, sin cargar con su pesado cuerpo, era solo una mancha entre tanta oscuridad, un rayo de luna le ofrecía un cuerpo, una forma, incluso un color mas ella con tal cortesía se limito a un NO.
Ella no sería hoy, ella siempre fue, siempre estuvo,
esta vez quería saborear lo que era
no estar,
lo que era no ser,
lo que era no anhelar.
Y así paso la noche convertida en una eternidad, mientras ella se alista rauda para devolverse a la vida.
Se envolvió con la neblina mañanera, se diluyo entre el rocío cotidiano y al alba
Ya no era la que no era, era la que si era, la que siempre fue, la que siempre sintió, la que siempre anhelo.
Y percibió sus sollozos como nunca antes los oyó.

1 comentario:
nose donde he visto este tipo para ordenar los escritos
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