Una rutina, desperdiciar su existencia,
sin lamentaciones ni cuestionamientos acerca de la injusticia de la vida.
El amor toco a su puerta, era su única salida
era su día, su tiempo, su hora.
Se liberto y esclavizo todo eso en una firma,
paso el tiempo y un pequeño suspiro llego a darle un poco de vida a su alma.
Un suspiro, un llanto, una alegría, una niña.
Año tras año se esmeraba por torcer el destino,
por engañar a la vida.
Tragedias y desmanes acababan su amor y su paciencia
llegó el invierno y la necesidad de compañía, de calor humano
ella lo llamaba y el huía
ella lo amaba y el se desprendía.
Tiempo al tiempo se decía mientras el reloj no tenía descanso y mucho menos compasión
Las carencias y los errores era el común escenario,
el reía sin imaginar que paulatinamente la perdía.
Las decisiones finales, las cartas sobre la mesa
lagrimas enjauladas, dignidad porfavor DIGNIDAD!
el ahora o nunca, el te quedas o te vas, el si o el no.
Oh Dios en este punto apareciste (como te agradezco)
Las vidas se rearmaron, las heridas cicatrizaron,
el fuego encendió y unió ambos corazones
que latían en torno a una palabra, Amor!
El futuro se cosecho y existieron aquellos años de mala racha
y existen los años de la bendición celestial.
Y aunque no todo es color de rosa, aún sus vidas tiene color
y lo que ayer era opaco y apagado
hoy resplandece, brilla y resalta por sobre todo lo anterior.
Mi presente y futuro se forja por las solidas bases que fueron entregadas en mi pasado y por los milagros que acontecen día a día en mi diario caminar
Como te amo madre mía, como amo tus manos, tu sonrisa, tu ternura, tus intentos por ser más, como amo tu persona por completa, como amo tu fortaleza, tu tesón, tus esfuerzos.
Te amo hasta que mi cuerpo deje de funcionar, mi alma se eleve y mi mente no te pueda recordar más.
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