26 may 2008

Un final no predecible ¿o si?

Subí mis piernas mas por lo que comúnmente hablan de la circulación
que por comodidad.
Decidí cerrar los ojos, comencé a escuchar, primero el sonido de las
manillas del reloj, luego el goteo de una llave mal cerrada, el golpe de
una plancha contra su tabla y en la sandwichera (o como se escriba)
el pan que se calentaba hacia ese sonidito de burbujitas que avisa
que ya esta listo. Pensaba en unos cuantos nombres, en unas cuantas
caras y en unas cuantas despedidas, tarareaba aquella canción que llego
pronta por aquel envió casi automático, la sentía recorrer mi ser en el
mismo instante que intentaba bosquejar sus ojos con el grafito de la
memoria, de mi memoria, una sorpresa fue descubrír que no podía,
quizás nunca pude, el pánico se apoderaba de mi.
Quise abrir mis ojos, mas no lo hice en lugar de ir a recoger ese pan

sonoro que inaudible me llamaba decidí planear un final, pero no podía
ser cualquier final, aunque el “inicio” no fue planeado el final si debía serlo.
Pensaba como lo haría, su final ya estaba escrito pero el mío se negaba
a la aceptación, de pronto un chispazo llegó a mi mente, me gritó
enérgicamente: -tan solo deja de retener- abrí los ojos de la impresión,
el desequilibrio vino de inmediato, derrumbada en el piso me decía una
y otra vez -deja de retener- y claro pues esos destellos luminosos vaya que
me golpearon fuerte. Me acomode en el sofá cerré los ojos y el final se
dibujo sincronizado con los suyos. Un adiós de los que duelen pero hacen
mas bien que mal o menos mal que bien, que vendría siendo lo mismo, y su
extraña sonrisa me recibía en la despedida, pensé en unas cuantas frases y
palabras que calaran hondo, de inmediato descubrí que ya nada calaba hondo,
solo mi silencio y el suyo se hablaban. Le dije adiós tumbada en el piso,
con ojeras del trasnoche, con un pan que se quejaba a la distancia y una paz
que me decía es lo mejor que puedes hacer por ti.
Decidí salir, despejar mi mente inquieta. Unas cuantas llamadas nunca están
de mas (me dije unas tres veces), las palabras comprensivas nunca sobran y
me hallé por primera vez recibiendo un poco de lo que yo acostumbraba a ofrecer
pero que nadie me acostumbrara dar, ayuda en mi debilidad, alrededor habitaba
gente que por primera vez sentí que no sobraban ni adornaban la palabra
amistad. Le dije adiós, mientras me alejaba y ponía fin al dolor, treinta y
tantos días de agonía agonizaban precipitadamente, morían mas que por
naturaleza por voluntad. Sonreí sabiéndome no indispensable, mi rol
había llegado a su fin, aun recuerdo su cara aunque ya no logre dibujarla.
Ese sentimiento tan bonito quedo guardado en mi baúl personal con ese
olorcito a frutas. Me levante por motivos de fuerza mayor siguiendo mi
camino, esos pasos impensados e involuntarios me llevaron a una masa
endurecida, caliente, humeante, quemada y muy lejos de ser apetitosa,
como quien toma un bebe la tome entre mis manos, con suavidad la desprendí
aunque quemara y traspasara el grueso de mis protectores guantes.

1 comentario:

Nta dijo...

T.T

Un final o un comienzo? ... Espero que desde ahora tu mente y corazón esten más tranquilos. Has quizas superado una etapa y ahora creo que es bueno recoger aquellas cosas buenas y no perderlas, pero seguir.

Es bueno en realidad, darse cuenta que así como tu das ayuda a tus amigos, puedes tu recibirla de ellos cuando es necesaria y como dices ciertamente llamarlos amigos.

Bueno, por ahora eso comento. En realidad tu cambio hasta a mi me ha llamado la atención xD TODO TA DISTINTO!!!!!

Cuidate mucho, Aios