19 ago 2008

Magia, la señora de nuestra nada

Ese sonido irremisible nos acercó sin mesura,
estabamos allí uno frente al otro con nuestras almas desnudas,
desnudas bajo la mentira mas dulce que pudo unirnos,
desnudas probando suerte, ¿quien sabía si lograbamos amar?
Tu intentando no herir, yo luchando por no creer
¿y que logramos? NADA
Ni tu lo pudiste evitar, ni yo pude vencer.
solo fuímos actores de nuestra propia historia
obreros de nuestra absurda construcción de hechos,
de hechos sin sustento, sin base ni cimiento.

El sonido de las olas al romper contra la roca
ese era nuestro lenguaje, nuestro idioma, nuestra razón
el sol que cobardemente ocultabase tras el horizonte prohibido
ese fue nuestro adios, el adios, aquel inicio del adios.

Nunca me sentí más deshinibida que entre tus brazos,
nunca me sentí más libre que con tus colores
lo pienso y digo: nunca mentimos solo actuamos que no es lo mismo.

Nunca fingimos, ni nos juramos amor eterno
nunca pensamos en nuestra eternidad
solo eran tus labios estrechando los mios
que hablaban sin nuestro permiso su propia verdad
tus manos en mi cintura, las mias sobre tu espalda
y el mundo desapareció por unos instantes,
solo eramos tu y yo ...
y esa magia que abundaba en tu alma y la mía
esa que alguna vez inundó mi cuerpo, mente y corazón
esa que no quisimos cultivar, esa que dejamos morir ...





Un te quiero, una caricia y un adios

1 comentario:

Anónimo dijo...

este escrito tiene bastante que ver
en como estan las cosas hoy :O!

el saber de la magia mutua...
mas alla de que yo haya sido un imbecil...
la magia pura detrás de algo que parecia mentira

magia!